En medio de la recesión, el desplome del consumo y el cierre masivo de pymes, el Gobierno impulsa una reforma laboral que no resuelve la crisis productiva. La industria opera a menos del 55% y miles de empresas luchan por sobrevivir.
Comunicación - Notas de opinión04 de diciembre de 2025
Equipo ENAC
Por Guillermo Ravanetti - Secretario Territorial de ENAC en Quilmes
En lo que va del gobierno de Javier Milei ya han cerrado más de 18.500 pymes. La industria nacional está al borde del abismo.
Nada puede esperarse de sectores como la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), que reciben al Ministro de Economía Luis Caputo sin cuestionar nada y hasta lo aplauden.
En este gobierno no se habla de producción ni de soberanía. Se impulsan políticas pensadas para la especulación financiera y para una Argentina para muy pocos.
El cierre de Whirlpool, que dejó más de 220 trabajadores en la calle, es apenas un caso visible de lo que sucede todos los días. Algunos ejemplos recientes:
A esto se suman miles de micro Pymes que despiden personal o bajan la persiana sin aparecer en las noticias.
La inflación persiste y las mediciones del INDEC no reflejan lo que ocurre en la calle. El Estado dejó de invertir en obra pública; se reducen los presupuestos de salud y educación; los salarios y jubilaciones están estancados; las importaciones se abren indiscriminadamente.
La capacidad instalada industrial, por debajo del 55%, es una verdadera tragedia.
El trabajo se genera fortaleciendo el mercado interno, no con una reforma laboral pensada para el 2% de las empresas -las grandes- mientras el 98% restante lucha por sobrevivir.
La recesión no tiene perspectiva de mejora. ¿Cuántas pymes podrán resistir dos años más con estas políticas?
A esto se suma el desfinanciamiento de las universidades y la intención de profundizar el ajuste en Educación Técnico Profesional, Ciencia y Técnica en 2026. Queda claro hacia qué modelo de país quieren llevarnos: una Argentina sin industria no necesita profesionales ni técnicos ¡Debemos enfrentar esto!
Las elecciones del 26 de octubre pasaron, y muchos interpretaron su resultado como un intento de evitar que el país estallara (eso indicaba la amenaza de Trump). Pero si Milei avanza, será cada vez más difícil revertir el industricidio que está provocando.
No son nuevas políticas: son las mismas recetas aplicadas por Martínez de Hoz durante la dictadura, profundizadas en los ’90 y retomadas por Macri, cuyo gobierno cerró 25.000 pymes y endeudó a la Argentina en US$ 45.000 millones sin destinar un solo dólar al desarrollo.
Hoy Milei acelera ese camino: más endeudamiento, menos soberanía, más destrucción productiva.
Quienes vivimos esas etapas sabemos cómo terminan si no se las enfrenta Por eso debemos construir la unidad de quienes creemos en una Argentina industrial, soberana y con justicia social.
La última planificación industrial exitosa fue el Primer Plan Quinquenal del primer gobierno de Juan Domingo Perón. Hoy debemos dar la pelea por un nuevo Plan Quinquenal, que claramente no será este gobierno quien lo lleve a cabo. Nosotros, las PYMES, sabemos cómo hacerlo; por eso debemos estar sentados a la mesa de decisiones.
Nuestra consigna debe seguir siendo: ¡Ni una pyme menos!
En el Día de la Soberanía Nacional, recordamos la resistencia en la Vuelta de Obligado como símbolo de lucha por la independencia económica, política y cultural. Una fecha que invita a reflexionar sobre la defensa de la producción nacional, la memoria histórica y el rol estratégico de las PyMEs en la construcción de un proyecto de país soberano.
La experiencia histórica argentina y la comparación internacional muestran que recortar condiciones laborales no impulsa el crecimiento: solo precariza y debilita el tejido productivo. El desarrollo real requiere fortalecer salarios, demanda interna y empleo formal.
El autodenominado liberalismo argentino vuelve a exhibir su contradicción esencial: quienes predican el libre mercado reclaman la intervención del Estado cuando sus privilegios se ven amenazados. Un repaso histórico del doble discurso que atraviesa a las élites económicas desde el siglo XIX hasta hoy.
Los resultados de las elecciones legislativas dejaron algo más que un nuevo mapa político: dejaron en evidencia el desencanto social con una dirigencia que perdió conexión con el país productivo.
Dependencia externa, crisis económica y el futuro de las PyMEs bajo el gobierno de Milei.
#NotaDeOpinión de Arturo Stabile Empresarios del sector gastronómico y Secretario Territorial de ENAC en CABA.
En el Día de la Soberanía Nacional, recordamos la resistencia en la Vuelta de Obligado como símbolo de lucha por la independencia económica, política y cultural. Una fecha que invita a reflexionar sobre la defensa de la producción nacional, la memoria histórica y el rol estratégico de las PyMEs en la construcción de un proyecto de país soberano.
Más de 80 participantes asistieron al encuentro que se llevó a cabo el 19 de noviembre en la Facultad de Ingeniería de la UNLZ. Miralo completo acá.
El empresario pyme y socio fundador de ENAC, Héctor Dante Tripiciano, expuso en la Cámara de Diputados en el marco de la presentación del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), convocada por el Diputado Nacional Daniel Arroyo. Destacó el rol estratégico de las empresas familiares en el desarrollo productivo nacional y la necesidad de políticas que garanticen su continuidad generacional.
El presidente de ENAC, Diego Ojeda, analizó la crisis del consumo, el cierre de pymes y la falta de políticas para proteger la producción nacional en una entrevista en "Nada del Otro Mundo" por FM 103.9 de Córdoba.
En medio de la recesión, el desplome del consumo y el cierre masivo de pymes, el Gobierno impulsa una reforma laboral que no resuelve la crisis productiva. La industria opera a menos del 55% y miles de empresas luchan por sobrevivir.
