ENAC participó del encuentro "La Economía de Francisco"

Iván Cabrera fue quien representó a la Asociación de Empresarios Nacionales en lo que fue un evento maratónico a nivel mundial y donde jóvenes empresarios y emprendedores fueron contando sus historias y debatiendo sobre el futuro. Además, se unieron en un comunicado con grandes pedidos a los actores de la economía mundial

Actividades 28 de noviembre de 2020 colaborador colaborador

Iván Cabrera, socio de la Asociación de Empresarios Nacionales -ENAC-, participó del encuentro denominado "La Economía de Francisco" que se hizo en todo el mundo y donde se lograron varios encuentros en distintas partes. En este caso, jóvenes de todo el país, se reunieron para compartir sus experiencias, trabajos, propuestas y reflexiones y así poder debatir. Al momento de hablar, el joven empresario pyme radicado en Ushuaia destacó que quiere "poder aportar al país mayor justicia social, menor desigualdad económica y menor pobreza".

En su relató hizo una referencia a la situación del país y dijo, "la realidad me muestra que con estas desigualdades no estamos dispuesto a convivir. Soy consiente que en manos del capitalismo globalizado todo se vuelve mercancía y no se atiende las problemáticas, sino más bien se las profundiza", y agregó, "en Argentina, en los últimos años un gobierno neoliberal en alianza con corporaciones destruyo 25 mil pymes y junto con ello, la ilusión de miles de emprendedores".

Mensaje de Francisco a los jóvenes

Además, el joven resaltó, "me uní a la Asociación de Empresarios Nacionales -ENAC- entendiendo que, como actor social, como emprendedor, como empresario, debo velar además de por mi bienestar personal, por el de mi sociedad". "Nos encontramos los empresarios y empresarias, para transformar estos dolores colectivos en iniciativas y en políticas que mejoren a nuestro país" , expresó.

Por último dejó una frase de la máxima figura del catolicismo, "como dijo nuestro Papa Francisco, 'de esta pandemia saldremos, mejores o peores', y es por eso que estamos acá haciéndonos ecos de este llamado para que nuestra causa en común sea un mundo mejor".

Por otro lado, jóvenes economistas, emprendedores, agentes de cambio del mundo, convocados en Asís por el Papa Francisco, en el año de la pandemia Covid-19, le enviaron un mensaje a los economistas, empresarios, decisores políticos, trabajadoras y trabajadores, ciudadanas y ciudadanos del mundo. En nombre de los jóvenes y de los pobres de la tierra, piden que:
 
1-las grandes potencias mundiales y las grandes instituciones económico-financieras ralenticen su carrera para dejar respirar a la tierra. El COVID nos ha hecho ralentizar sin haberlo elegido. Cuando el COVID pase, debemos optar por ralentizar la carrera desenfrenada que está asfixiando la tierra y a los más débiles;

2-se active una comunión mundial de las tecnologías más avanzadas para que también en países de bajos ingresos se puedan realizar producciones sostenibles; se supere la pobreza energética ‒fuente de disparidad económica, social y cultural‒ para lograr la justicia climática;

3-el tema de la salvaguardia de los bienes comunes (especialmente los globales como la atmósfera, los bosques, los océanos, la tierra, los recursos naturales, todos los ecosistemas, la biodiversidad, las semillas) sea un punto central en las agendas de los gobiernos y de la enseñanza en las escuelas, universidades, escuelas empresariales de todo el mundo;

4-nunca se vuelvan a usar ideologías económicas para ofender y descartar a los pobres, a los enfermos, a las minorías y los desfavorecidos de todo tipo, porque la primera ayuda a su indigencia es el respeto y la estima de sus personas: la pobreza no es una maldición, es solo una desdicha, y no es responsabilidad de los pobres;

5-que el derecho al trabajo digno para todos, los derechos de la familia y todos los derechos humanos sean respetados en la vida de cada empresa para cada trabajadora y cada trabajador,  garantizados por las políticas sociales de cada país y reconocidos a nivel mundial con un estatuto compartido que desaliente las opciones empresariales orientadas solo al lucro a costa de la explotación de los menores y los más desfavorecidos;

6-sean inmediatamente abolidos los paraísos fiscales en todo el mundo porque el dinero depositado en un paraíso fiscal es dinero robado a nuestro presente y a nuestro futuro y porque la primera respuesta al mundo post-COVID será un nuevo pacto fiscal;

7-se creen nuevas instituciones financieras mundiales y se reformen, en un sentido democrático e inclusivo, las ya existentes (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) para que ayuden al mundo a recuperarse de las pobrezas, de los desequilibrios producidos por la pandemia; se recompensen y fomenten las finanzas sostenibles y éticas, y se abatan las finanzas altamente especulativas y depredadoras mediante una tasación adecuada;

8-las empresas y los bancos, especialmente los grandes y globalizados, introduzcan un comité ético independiente en su gobernanza con veto en materia de medio ambiente, justicia e impacto sobre los más pobres;

9-las instituciones nacionales e internacionales prevean premios para apoyar a empresarios innovadores en el ámbito de la sostenibilidad ambiental, social, espiritual y, no última, gerencial porque solo repensando la gestión de las personas dentro de las empresas será posible una sostenibilidad global de la economía;

10-los Estados, las grandes empresas y las instituciones internacionales asuman el compromiso de una educación de calidad para cada niña y niño del mundo, porque el capital humano es el primer capital de todo humanismo;

11-las organizaciones económicas y las instituciones civiles no estén tranquilas hasta que las trabajadoras no tengan las mismas oportunidades que los trabajadores, porque las empresas y los lugares de trabajo sin una adecuada presencia del talento femenino no son lugares plena y auténticamente humanos y felices;

12-pedimos, por último, el compromiso de todos para que se acerque el tiempo profetizado por Isaías: “Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas. Una nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra.” (Is 2, 4). Los jóvenes ya no toleramos que se sustraigan recursos a las escuelas, a la salud, a nuestro presente y futuro para construir armas y alimentar las guerras necesarias para venderlas. Nos gustaría contarles a nuestros hijos que el mundo en guerra terminó para siempre.

Maratón de Argentina en la economía de Francisco  - video completo






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