Sin consumo caemos todos

#NotaDeOpinión de Graciela Donoso referente de ENAC para la Provincia de Tierra del Fuego

Comunicación - Notas de opinión26 de abril de 2019ENACENAC
20190425 - graciela donoso

Cada día cierran 40 Pymes y grandes empresas anuncian planes de ajustes, despidos y suspensiones, según las conclusiones de la encuesta de expectativas económicas, que cada trimestre elabora la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo.

A 3 años y cuatro meses de esta política económica, ya han fundido cientos de negocios de barrio en las calles de todas las ciudades de Argentina. El dinero perdido por los trabajadores y las pequeñas empresas lo tienen los bancos, lo tiene la Bolsa y la Cámara Argentina de Comercio.

Un ejemplo paradigmático es el de las empresas energéticas, que reciben millones de pesos por el brutal tarifazo, dinero que no es puesto a circular en la economía real sino en la rueda de la bicicleta financiera.

Además, muchos de los ceos instalados dentro del gobierno nacional tienen su patrimonio dolarizado en el exterior. Por dar algunos nombres: el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el que fuera presidente del Banco Central Luis Caputo, han ganado millones en este circuito enriqueciéndose a costa de la miseria y el desguace de la Industria, la Ciencia, la Tecnología, las pymes y el bolsillo del trabajador y la trabajadora.

El fracaso de la política económica sigue haciendo estragos. Se espera que en el segundo semestre un 50% de los comercios y fábricas pymes que siguen en pie y viven del mercado interno, se vean arrastradas por la crisis.

"La devaluación llevó a la pobreza a decenas de miles de argentinos" afirma Leo Bilanski representante de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino. La devaluación brutal de nuestra moneda significó la baja del salario para 12 millones de trabajadores. Sin ir más lejos hace una semana se dio a conocer el índice de inflación de Marzo, que se preveía de 4% y llegó al 4.7 afectando cada vez más la economía de los hogares.

Del documento elaborado por las distintas organizaciones que convocaron a la multitudinaria marcha del 4 de Abril en defensa de la producción y el trabajo, en defensa de la industria Nacional y de la clase obrera Argentina, surgen datos alarmantes.

En nuestra Provincia específicamente, ya hay más de 35 mil personas por debajo de la línea de pobreza. Al segundo semestre de 2018, más de 28 mil fueguinos y fueguinas, casi un 18% del total, no logran satisfacer todas sus necesidades, y alrededor de 7 mil son indigentes, es decir: no llegan a acceder a una canasta básica de primera necesidad. Números que representan vidas.

Así como los trabajadores dependen de sus salarios, las pymes, que generan más del 60% de los empleos- dependen de sus ventas; si no cobran, no pueden hacer frente a los pagos, costos y tarifas, y en esa cadena salen perjudicados todos: trabajadores, trabajadoras, proveedores, pequeñas empresas y grandes industrias.

En este contexto, las pequeñas y medianas empresas, al estar atadas al mercado interno, que depende en gran parte de los sectores populares se ven afectadas al romperse ese circuito virtuoso del trabajo y el consumo.

Si nadie compra y nadie vende, nadie produce, nadie cobra y nadie paga.

Entendemos que con un país endeudado a cien años, en que la inflación sube cada minuto, la confianza se ha perdido y se teme por los ahorros, que se van achicando para solventar el día a día; un país en que a los jubilados no les alcanza para comer dos veces y comprar sus remedios, en que la educación, la ciencia, la tecnología, la salud están desfinanciados, favoreciendo los negocios de los grandes grupos, no hay “una luz al final del túnel”.

Aunque próximos a las elecciones pueden intentar vender espejitos de colores con la plata que les presta el fondo y que pagarán nuestros tataranietos, es de prever que no sean modificaciones de fondo ni duraderas.

El único modo de salir es que se cambie de rumbo, pero quienes gobiernan siguen afirmando que “este es el camino”

Si “es por acá”, ratificando la política de ajuste y enfriamiento de la economía acordada con el FMI, como insiste en afirmar el presidente, no parece que el gobierno nacional tenga previsto tomar decisiones reales a favor del pueblo, ya que ellos mismos están bendecidos por esta especulación. La bicicleta financiera está enfrentada con la activación de nuestra economía.

Es necesario un cambio de proyecto y de equipo económico y hasta que este gobierno termine su mandato, se debería hacer un llamado a la oposición, a los y las trabajadoras organizadas y los y las empresarias pymes.

Un pacto institucional de todos los sectores para lograr salir a flote.

Muchos años llevará recomponer lo que han destruido.

Como dice Axel Kicillof “rompieron todo” y con eso entendemos que se ha roto la trama del tejido social, se han vulnerado todos los derechos y es necesario un trabajo conjunto para sacar adelante este país.

Aunque el presidente insista con que “lo peor ya pasó”.

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