Los otros empresarios

#NotaDeOpinión de Camilo Camacho empresario de ENAC Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires

Comunicación - Notas de opinión20 de septiembre de 2020ENACENAC
Camilo camacho
Camilo camacho

En la Argentina hay un sueño recurrente, por lo general en la adolescencia, que es el de ser millonario. Los modelos de esto son los "empresarios exitosos". Trajes de seda italiana, perfumes franceses, mansiones con grandes piscinas, autos de alta gama, chofer privado, secretarias, galardonantes reuniones con sus pares, mujeres hermosas acompañándolos, como si se tratase de un amuleto o un objeto decorativo, muchos viajes, aviones privados y una vida que pareciera soñada.

Hoy a través de la conciencia social que ha avanzado dimensionamos mejor que no todo lo que brilla es oro y que por lo general estos pseudos empresarios, que en la realidad son grandes explotadores laborales, exterminadores de nuestro medio ambiente y grandes especuladores financieros, con una base de capital o dinero que en sus procedencias casi siempre son espurias.

Ahora, yo me pregunto, ¿esto es lo que soñamos ser?

Ha llegado un momento bisagra en la historia de la Argentina que, sin dudas, viene a marcar un antes y un después. Porque hay otros empresarios, otros pequeños empresarios, emprendedores, que nunca se ven, pero que están siempre más firmes que nunca. Estos otros empresarios encima somos un montón, y venimos a reivindicar la figura con la que sí hay que soñar ser en nuestro país.

Los otros empresarios buscamos la unión y el consenso con el movimiento obrero organizado, no creemos que los sindicalistas sean todos tipos que hacen daño o que son los males de todos los males. Trabajamos por un mundo mejor, siempre. Por un medio ambiente que sea sustentable para que nuestras generaciones venideras puedan seguir disfrutando de lo más preciado que se puede tener que es la vida. No miramos para otro lado cuando vemos una economía popular que necesita caminos, educación, tierra, techo y trabajo. Y todo esto ¿sabes por qué? No porque seamos unos héroes o los buenos de la película. Sino porque lo que hacemos, lo hacemos por amor. Sin darle prioridad al dinero. Construimos modelos de negocios con ética y moral, con integridad y por sobre todo nos gusta andar del lado de la verdad y la honradez. Pero solamente porque es lo que hay que hacer. Porque es así. No hay otra forma. Nunca existió. Pero como todos los que ponemos el corazón antes que la razón, estos pocos especuladores, fríos de alma y espíritu, ateos, desconfiados, soberbios y arrogantes, se aprovechan de nosotros.

Entonces, viendo esto, creo que no solo tenemos que unirnos con el movimiento obrero organizado y con todos los compañeros de la economía popular, sino también con todo el movimiento del arte, la cultura y la educación. Porque para poner el país de pie y llegar a esa nación que soñamos, no solo necesitamos pymes que somos las que generamos el empleo y movemos el avispero del mercado interno, sino también todos los sindicatos y sindicalistas que si hay de algo que saben es de lucha, todos nuestros hermanos de la economía popular que siempre quedan excluidos y puestos a favor, con trabajo, tierra y techo, pueden ser una máquina de progreso increíble, nuestros maestros para educar y mucha creatividad de la mano de todos nuestros amados artistas que están dentro de lo que más vale en una civilización porque marca nuestra identidad y es la cultura. Y ¿por qué no también nuestros médicos?

Si. Hay otros empresarios y somos nosotros. Venimos entre todos a ponernos la patria al hombro y hacer de este país un faro que irradie luz al resto de América del Sur para volver a traer a nuestras mentes la unión de la patria grande y así terminar de poner blanco sobre negro. 

Te puede interesar
Lo más visto